jueves, 16 de abril de 2009

Natura

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¡ Oh divinia naturaleza que supiste valorar la belleza !
El mundo y la Vía lactea.
El vacio sublime del espacio inerte
Desde una palabra exacta, a una lágrima derramada
Desde una mirada fría, una melodía vasta.
Cinco son los sentidos, miles son sus beatos.
Texturas y persepciones,
manjares, placeres. Delicias..
El perfume otoñal arriba su aroma vespertino
La brisas melosas del mar y las montañas.
La belleza expandida en el movimiento de las galáxias
o en el interior de las células.
¡ Agraciados aquellos que celebran sus huesos,
y derraman la sangre con el ímpetu del miedo !
Mis ojos atraviezan tus limitaciones,
me alegro infinitamente por ello.
Sabia madre, orgullosa de si misma
arrogante y peligrosa. Exéntrica, tan humana.


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